El yacimiento de L’Esquerda se encuentra en una península de 12 hectáreas, que aprovecha uno de los primeros meandros del río Ter cuando este se adentra en la Sierra de Las Guillerías. Este hecho le proporciona una situación estratégica y de control sobre la Plana de Vic, y sobre la principal vía de comunicación hacia la costa de Girona. Seguramente, por este motivo se puede explicar la larga ocupación humana del lugar, que abarca un període de tiempo des del bronce final hasta la Edad Media, con un pequeño paréntesis en época romana.

Las últimas campañas de excavación en el interior de la Casa 4 corresponden a fondos de cabaña con una datación aproximada del siglo X a.C. También se han documentado evidencias de un hábitat correspondiente al periodo ibérico antiguo. A finales del siglo V a.C. o inicios del siglo IV a.C., el poblado se fortifica y se organiza: en el único punto accesible del meandro, en la parte norte, se construye una potente muralla de piedra seca atravesada por una calle longitudinal, con unas recámaras internas o armora, que en conjunto miden seis metros de ancho. A la parte exterior se apoyan dos torres macizas, una cuadrada y otra rectangular, que flanquean la calle, protegiendo la puerta de acceso al poblado.

Al final del siglo III a. C., el oppidum sufre un grave incendio, y la muralla, parte de las habitaciones y de la calle son destruidas. Un siglo más tarde, ya en el período ibérico reciente (siglos II-I a.C.), L’Esquerda se reconstruye: el hábitat se sitúa en un nivel más alto. Los niveles de ocupación de este último poblado ibérico se han deteriorado mucho –en los sectores excavados hasta ahora– por los posteriores trabajos de cultivo de los terrenos que ocupa el yacimiento.

A partir del siglo I a.C., L’Esquerda es abandonada. No aparece documentado ningún asentamiento romano, y hasta principios de la época medieval no volveremos a tener vestigios de ocupación en esta área.